La nueva frontera de las habilidades: Una escuela para la ciudadanía

Resumen

El extremismo del individualismo, la globalización descontrolada, la desigualdad socioeconómica y la sobredosis informativa con la que continuamente nos encontramos, han llevado a una crisis de representación política que ha dado lugar a la expansión descontrolada del populismo y el realismo, resultando en métodos antisistémicos que generan una condición de pulverización de la sociedad. Es importante decir que el Ethos democrático, tal como se entiende, es un hecho cultural real que va más allá de la esfera política. Aquí encontramos el intenso papel de la escuela, que siendo una agencia formativa intencionada, debe asumir la tarea de implementar y difundir la educación hacia y para la democracia. A este fin, el Consejo Europeo considera fundamental la educación para la ciudadanía cuando incluye las cuatro Cs del aprendizaje: pensamiento crítico, creatividad, comunicación y colaboración. Por lo tanto, es necesario orientarse hacia la realización de rutas formativas basadas en modelos didácticos que apunten a la adquisición de conocimientos y habilidades esenciales, aprendiendo hacia el logro de competencias básicas que permitan a una persona convertirse en un ciudadano activo con una dimensión amplia y transversal capaz de comprender, evaluar y tomar decisiones de manera autónoma, crítica, responsable y solidaria.