Tocar, conocer, representar
Del tacto a las imágenes táctiles: el pensamiento de Montessori, Munari, Romagnoli, Ceppi
DOI:
https://doi.org/10.7346/sipes-01-2023-09Resumen
Los déficits sensoriales, con todos sus matices - baja visión grave o leve, audición residual importante o escasa - son emblemáticos de algunas cuestiones educativas generales relativas a la discapacidad. Generalmente lo abordamos sin explotar plenamente el potencial residual de la persona - evidente o latente - y sin ofrecerle mediadores/facilitadores que le ayuden a ser lo más autónomo posible y capaz de perseguir importantes objetivos de desarrollo. Se requiere un alto nivel de compromiso en la búsqueda de mediadores que ayuden a contener el déficit en la medida de lo posible: las personas, las relaciones, los contextos, las situaciones, los objetos pueden ser la puerta de entrada al descubrimiento del mundo en sus infinitas facetas.
Incluso para un niño con discapacidad visual, las ilustraciones representan mediadores significativos a través de los cuales se le transmiten múltiples contenidos y mensajes que favorecen su crecimiento cognitivo, afectivo y relacional. Dado que las ilustraciones se utilizan cada vez más como sistemas comunicativos y expresivos, también acaban influyendo en la vida del niño con discapacidad visual, que no las utiliza o las utiliza sólo parcialmente.
Sin embargo, el reconocimiento y la reproducción de un objeto no son posibles si antes el niño no lo ha conocido realmente, ya que, como dice Bonanomi (2004), "tocar es conocer, conocer es representar, representar es comunicar".
En esta contribución, deseamos recorrer estas tres etapas, estrechamente interrelacionadas, en otros tantos párrafos, dejándonos acompañar por algunos grandes Maestros, cuyo pensamiento se entrelaza a su vez con investigaciones e intuiciones más recientes, dando lugar a vías operativas por explorar.